4 nov 2014

ANTONIO MILLÁN DÍAZ “CARNICERITO DE ÚBEDA” EN EL 38º ANIVERSARIO DE SU MUERTE


No es pueblo porque es ciudad, ha nacido un gran torero, se llama Antonio Millán y es hijo de un carnicero. Quien le dio la alternativa fue un gran torero de España, se llama Antonio Ordóñez hijo del Niño de la Palma. Granada mora y torera donde mató los miuras, donde miró su figura Carnicerito esperó
y demostró ser una gran figura.
Con este precioso fandango de Mercedes, hermana del conocido cantautor ubetense Paco Ortega, quiero recordar a uno de los toreros más grandes que tuvo España en la década de los setenta.
Hoy 4 de noviembre de 2014 se cumple el 38º aniversario de la muerte de un gran torero que lo fue y que siempre estará en el recuerdo de todo aficionado que lo viera torear, treinta y ocho años y parece que fue ayer cuando por tierras de Aragón como todas las semanas me acercaba al kiosco de prensa a recoger mi número de la revista “El Ruedo”, se trataba  del nº 1.689 de fecha 9 de noviembre de 1.976, en ese número venía la trágica noticia.
Hay que ver las vueltas que da el mundo, hoy, pecando de inmodestia, decir que me siento muy orgulloso de haber ingresado como socio nº 868 y en la actualidad ser el socio nº 3 de su Peña Taurina, la segunda más antigua de la provincia de Jaén que aunque compartida por su sobrino el también matador de toros Juan Antonio Millán que como todos sabemos lleva su mismo apodo “Carnicerito de Úbeda”. Del maestro Antonio aún conserva su nombre y seguirá manteniéndose como dicen los cristianos por los siglos de los siglos, al igual que su memoria.
Hablar de “Carnicerito de Ubeda” en la ciudad que le vio nacer, es convertir el aire renacentista de sus calles y monumentos en aroma de torería. Antonio Millán Díaz, torero
Como dijera en unos versos Rafael Duyos; Antonio Millán “Carnicerito de Ubeda”, dictó frente a los toros lecciones de belleza, poniendo en pie de hosannas, la multitud sonora. Hizo embestir a mansos y dominó a los bravos. De las viejas escuelas ligó todos los cabos, dando a la norma suya las rancias alegrías. Fue serio, fue galante, fue honrado, fue valiente, y dio al traje de luces un regio señorío.
Ubeda, ciudad taurina donde las haya, se quedó huérfana en el toreo, ya solo queda tu esencia y tu recuerdo. Ya no hay guitarra que te cante, no hay solea que te nombre, no hay son de palmas que diga lo lento de capote y el natural de frente que nos dejaste.
Antonio Millán Díaz “Carnicerito de Ubeda”. Tu Peña Taurina, tu pueblo y el mundo del toro te recuerda. Descanse en Paz un torero grande. 

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