VI CERTAMEN LITERARIO “FELIX RODRIGUEZ”
Nuestro Socio José Olid ha sido premiado en el VI Certamen Literario "Félix Rodríguez". José Olid fue nuestro Pregonero Taurino el año pasado. Desde aqui le damos la enhorabuena tanto a él como a su hija por la magnifica crónica que nos ha enviado.
Prolegómenos de la Feria de Santiago de Santander, Fiestas del Carmen, tarde-noche del 15 al 16 de la marina y muy torera tierra, de entre la Montaña y la Concha; entre el Sardinero y el Palacio de la Magdalena; entre Pereda y el muy taurino hotel Palacio del Mar; y Santander entero revestido de sacramentales con esa única bandera, la de España, ornamentando frisos, paneles y balconadas de edificios públicos, todos; también en los del pueblo llano, en su mayoría viviendo los previos a estos hermosos días, que junto a otras tantas e innumerables razones, han colocado a esta hermosa Comunidad y a su pueblo como ejemplo a seguir en tantos órdenes de la vida.
Acto de entrega de los Premios de este VI Certamen Literario “Félix Rodríguez”, organizado por la Asociación Cultural Taurina que toma como titular a tan insigne y relevante Matador de Toros, que lo fue Félix Rodríguez Ruiz. Nacido en Santander, criado en Valencia y que vino a ocupar un puesto en la Tauromaquia, no suficientemente reconocido por la letra impresa, pero que en versión de éste gran aficionado y la leyenda de entrañables personajes de los que gota a gota viene a vestir en su abundante obra sin publicar, y qué yo como hija suya, manoseo, escarbo, huelo y muchas veces transcribo para gozar de la comunicación, que él nos ofrece de forma tan espaciada, aunque siempre intensa; hablo de mi señor padre José Olid Planet.
José Olid fue distinguido como Premio de Honor de esta Internacional Justa Literaria, fuera de Concurso por haber tratado el tema tan directo y no pareciere como ventaja respecto del resto de los concursantes, en semblanza de Félix Rodríguez, ese chiquillo de la Calle Játiva, y que puesto en boca de uno de sus “sénecas” Antonio Cañizares Martínez, nos ha transcrito parte de un ensayo “Los Exquisitos del Toreo” -aún inédito- para acomodarlo en dimensión a la bases del Concurso. La organización así lo adivinó, concediéndolo el honor de cerrar con su discurso (torrente de sensaciones) uno de los actos de exaltación del Arte más cálidos y emotivos que jamás he podido presenciar; y sólo se hablaba de Toros, pero con un soporte, eso sí literario, que nos permitió vivir una noche mágica en este singular ambiente favorecido por la sensibilidad de este marco compuesto por el incomparable Palacio del Mar, autoridades, intelectuales, y sobre todo el hálito de torería aportado por los excepcionales aficionados componentes de la “Félix Rodríguez”.
José Olid se conformaba, nos decía, con acariciar la “estatuilla” réplica del Monumento, versión de una gaonera en bronce que realza la puerta principal de la Plaza de Toros de Cuatro Caminos de Santander, obra de Oscar Alvariño; se conformaba, con haber podido contarlo en este relato y posterior intervención del Cierre del Acto, a los aficionados que de verdad, él sabía, habrían de comprenderlo. Lo mismo le hubiese servido Valencia; pero no, hoy fue en Santander; se conformaba con el sentimiento que durante el manejo desbordado de sus palabras, siempre improvisadas, impregnaba junto a las miradas emotivas de los presentes, ese Salón de Espejos del Hotel Palacio del Mar.
Sabía yo, que Olid tenía aún más cosas que decir, nos decía Don Juan José Palazuelos, presidente de la Peña, en los postres de tan singular homenaje al Arte culinario que fue la cena de hermandad de tan digna Asociación Taurina.
La ilustradora del libro que en primera edición, recopila los trabajos premiados, absorbió en conversación amena, la información de los algunos argumentos que en otras obras, tiene vertidos el autor de “Félix Rodríguez y El Pipo”. En otro de los distintos coloquios entablados en una de las mesas, surgió la meditación, el análisis, y discusión de la palabra “temple” en el Toreo, del que el autor de éste relato, asevera y concede a Félix Rodríguez, por encima incluso de Juan Belmonte, de ser su instaurador a partir de lo que el autor ya repudia por su inexactitud la mal llamada Edad de Plata del Toreo, cuando aún no se había consumado la de Oro.
Pongo fin a esta noticia comentada, de la que ocasionalmente fui testigo, felicitando a la “Félix Rodríguez” Medalla de Oro del Mérito Taurino, por su gran labor en pro de la Fiesta, de lo que da fe con esta muestra, en su VI Certamen Literario.
Informa.- Isabel Olid
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