Presidente de la “Peña Taurina Carnicerito de Úbeda”
Querido amigo:
Tras leer vuestra última entrada en la que habláis de la extraordinaria actuación de Juan Antonio en el Festival de Guadalmez, y que presentáis con el atinado título de SENCILLAMENTE MAGISTRAL. Seguidamente te redacto un breve texto para que, si a bien lo tienes, lo publiques como entrada o post:
CARNICERITO DE ÚBEDA
EVIDENTE VICTIMA DEL MALTRATO TAURINO
Como de costumbre, entro en el blog “Peña Carnicerito de Úbeda”, y leo su última entrada.
Por fortuna también presencié la extraordinaria y original faena a cada uno de sus toros en este Festival Taurino celebrado en Guadalmez, compartiendo asistencia por mi parte -confundidos entre la multitud- con el mismo Presidente de la Peña a quien me habían presentado momentos antes de comenzar el festejo.
Por fortuna también presencié la extraordinaria y original faena a cada uno de sus toros en este Festival Taurino celebrado en Guadalmez, compartiendo asistencia por mi parte -confundidos entre la multitud- con el mismo Presidente de la Peña a quien me habían presentado momentos antes de comenzar el festejo.
Gocé cuanto cabía gozar viendo al torero y gocé viendo al público gozar. Pero especialmente las gocé viendo al Presidente de su Peña pletórico y gozoso.
Te aclaro, Presidente, que el torero, y bien lo sabes -como así lo pidió con insistencia el público- se mereció los dos rabos de sus dos toros. Así que, sin ningún rubor, puede coger la Peña esta afirmación mía como testimonio y mostrársela a la Comisión de Festejos de ese Ayuntamiento.
Fue una ridícula y vanidosa cicatería por parte del Presidente del festejo y del aAesor el no concederle los rabos como supremos trofeos. Los dos, Presidente y Asesor, amigos míos por cierto y a quienes conozco de primera mano. Pero vamos al motivo que me lleva a escribir estas líneas.
Pienso que uno, servidor de ustedes, por mi vinculación al mundo del toro y por los conocimientos que tengo del torero “Carnicerito de Úbeda” y de su tauromaquia, puedo hablar con suficiente conocimiento de causa -y por lo tanto con cierta autoridad- del evidente desdén al que está siendo sometido este torero, en general por todo el mundo empresarial, pero especialmente y sin ningún sentido, por la propia Institución Municipal de Úbeda. Un torero del nivel profesional y artístico de Juan Antonio Millán no se merece el trato, o maltrato, que este diestro recibe. Se entiende que las empresas, respondiendo a sus tácticas e intereses lucrativos actúen como lo vienen haciendo combinando a su antojo con apoderados; pero lo que deja de tener sentido -salvo razones de índole personal- es el que los Ayuntamientos, subvencionando con dinero público a las empresas dejen cometer a éstas verdaderos atropellos y aberraciones.
Te aclaro, Presidente, que el torero, y bien lo sabes -como así lo pidió con insistencia el público- se mereció los dos rabos de sus dos toros. Así que, sin ningún rubor, puede coger la Peña esta afirmación mía como testimonio y mostrársela a la Comisión de Festejos de ese Ayuntamiento.
Fue una ridícula y vanidosa cicatería por parte del Presidente del festejo y del aAesor el no concederle los rabos como supremos trofeos. Los dos, Presidente y Asesor, amigos míos por cierto y a quienes conozco de primera mano. Pero vamos al motivo que me lleva a escribir estas líneas.
Pienso que uno, servidor de ustedes, por mi vinculación al mundo del toro y por los conocimientos que tengo del torero “Carnicerito de Úbeda” y de su tauromaquia, puedo hablar con suficiente conocimiento de causa -y por lo tanto con cierta autoridad- del evidente desdén al que está siendo sometido este torero, en general por todo el mundo empresarial, pero especialmente y sin ningún sentido, por la propia Institución Municipal de Úbeda. Un torero del nivel profesional y artístico de Juan Antonio Millán no se merece el trato, o maltrato, que este diestro recibe. Se entiende que las empresas, respondiendo a sus tácticas e intereses lucrativos actúen como lo vienen haciendo combinando a su antojo con apoderados; pero lo que deja de tener sentido -salvo razones de índole personal- es el que los Ayuntamientos, subvencionando con dinero público a las empresas dejen cometer a éstas verdaderos atropellos y aberraciones.
En el caso concreto de este torero, dada su categoría artística muy por encima de tanto prodigado mediático, con un nivel como para sentirse orgullosos de su paisanaje, es un verdadero crimen dejarlo fuera de los carteles de su propio pueblo.
No tenerlo en cuenta es poner en evidencia una escasa clarividencia en la Comisión de Festejos, dicho sea con todos mis respetos
No tenerlo en cuenta es poner en evidencia una escasa clarividencia en la Comisión de Festejos, dicho sea con todos mis respetos
Félix Rodríguez Castro
Fundador y Presidente de la Peña Paco Alcalde de Alamillo
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