Coso de San Nicasio de Úbeda. 10 de Marzo de 1968
"Carnicerito" recibe la alternativa de manos de Antonio Ordóñez con Ángel Teruel de testigo
"...Sirvan por tanto estas líneas dedicadas a Carnicerito de Úbeda como
reconocimiento a los toreros jiennenses, representados por uno que
logró entusiasmar a sus paisanos hasta el punto de que en las tardes de
verano estallaban cohetes en su bellísima ciudad natal anunciando sus
triunfos..."
El Hombre Tranquilo
Vi torear a Antonio Millán "Carnicerito de Úbeda"
en varias ocasiones, tanto de novillero como de matador de toros,
incluso en Barcelona, a principio de los 70, con una corrida de toros de
las que se recuerdan por su trapío. Entonces ir a Barcelona era como ir
a Madrid, o quizá aún más importante. No recuerdo la ganadería, pero sí
que otro de los espadas fue Curri de Camas,
y que ambos obtuvieron trofeos en una tarde de toros más que
interesante por ser diestros de depurado estilo. También actuó un casi
desconocido Manuel Vidrié, que sorprendió con un estilo de torear a caballo diferente a lo que se veía en el momento.
Carnicerito de Úbeda
sólo pretendía torear bien, nada menos, y lo consiguió muchas veces
haciendo el toreo bueno en corridas grandes. Pero se cumplió en
Carnicerito el maleficio de los toreros de Jaén. Juanito Tirado, que también salió a hombros de la plaza de Las Ventas, tampoco logró romper. Le recuerdo una tarde Córdoba con el público impasible a pesar de una gran faena.
Parecido fue el caso de Víctor Quesada, de Paco Moreno y de Cayetano de Andújar, torero de arte como he visto muy pocos, o del propio Juan de Félix, gitano temerario, y no digamos o Juan Carlos, triunfador en Madrid y triunfador también con seis toros en la feria de San Lucas.
Pareciera que los toreros de Jaén, o bien parten ya como fenómenos, caso de Palomo Linares,
o se diluyen sus triunfos en ferias de la provincia, porque la feria de
Jaén está tan al final de la temporada que de poco sirve un campanazo
ante la entendida afición de aquella ciudad para la temporada en curso.
Sirvan por tanto estas líneas dedicadas a Carnicerito de Úbeda como
reconocimiento a los toreros jiennenses, representados por uno que
logró entusiasmar a sus paisanos hasta el punto de que en las tardes de
verano estallaban cohetes en su bellísima ciudad natal anunciando sus
triunfos. Carnicerito fue un diestro que supo hacer el toreo como pocos y que sin embargo no consiguió mostrarlo ante las multitudes.